Mes del chato murciano en la Taberna murciana “El Caldero”

Terminando el 2019, año en el que hemos disfrutado de una grandísima variedad de estupendos restaurantes, hemos querido finalizarlo degustando productos típicos de un pedacito del sureste de España en Madrid, la región de Murcia.

Ambientado en un pequeño puerto murciano, podemos localizar en los aledaños del Retiro madrileño, la Taberna murciana El Caldero, uno de los dos restaurantes de este grupo hostelero afincados en Madrid. El otro, está situado en la emblemática calle Huertas.

El Caldero: sus inicios

Hace más de 40 años que Antonio Valero, de origen mediterráneo, afincado con su familia en tierra castellana, decidió traer los sabores de sus costas a la Capital. Desde entonces es posible encontrar Murcia en Madrid.

Se trata de un rincón bastante acogedor. Sin duda, una muy buena opción tanto para una quedada de Gastrocolegas, como para una velada romántica. La fresca y marina decoración junto con la educación y amabilidad del servicio hacen de la Taberna murciana El Caldero un ambiente distendido, que merece la pena probar.

Con motivo de la celebración de las jornadas del chato murciano que han realizado este mes de diciembre, acudimos al restaurante para conocer más sobre este maravilloso producto de la gastronomía española. Nos recibieron con un pequeño aperitivo a degustar: Sobrasada de chato murciano.

Y es que, esta visita aconsejada, trataba de eso, de conocer la cantidad de platos variados cuyo ingrediente principal es el chato murciano.

El chato murciano

Para los que no conozcan este animal, el chato murciano es un tipo de cerdo que lleva existiendo desde finales del siglo XIX. Un cerdo ibérico de piel negra, que era alimentado con subproductos del campo y de la huerta y siempre se ha considerado por su genética, portador de caracteres mejorantes de la calidad de la carne, principalmente de su engrasamiento y jugosidad.

Entrantes

El primer plato a degustar con trazas de chato, fue la famosa ensaladilla murciana con picadillo de encurtidos.
Si bien es cierto, no soy amante de las ensaladillas pero he de recalcar que el ligero sabor a cerdo ibérico no le hace ningún feo. No me resultó nada pesada y como entrante a compartir entre cuatro, la cantidad me pareció correcta.

El segundo entrante fueron los torreznos de chato murciano. Su sabor era bastante intenso.

Una vez metidos en faena, llegaron los principales. La taberna nos ofreció la posibilidad de probarlos todos, así que eso hicimos.

Platos principales

Migas con torreznos de chato murciano

Quizás seas uno de los que piensen que cocinar unas migas tampoco es que conlleve mucha elaboración. Si eres de estos, te invito a que pruebas las migas de este lugar y alucines. Acompañadas por dos huevos fritos y con pequeños torreznos hicieron agradecer al servicio que nos hubiese colocado una cesta de pan al lado. Si, lo que os cuento, ¡¡¡migas con pan!!!

Croquetas de chato murciano

Croquetas de textura suave y cremosa en las que se notaba a la perfección el sabor del encurtido ibérico, a pesar de ser un animal cuyo sabor puede llegar a notarse algo fuerte.

Alcachofas con costillas de chato murciano

Aquí, mis queridos Gastrocolegas, he de decir que me quedé sin palabras. Tanto por la espectacular presentación como por la increíble explosión que generaba la mezcla de chato ibérico y la alcachofa. Podría decir que mi pasión por las verduras puede que ayudase a que fuese mi plato favorito, sin duda. El plato podría disfrutarlo perfectamente una persona que no tuviese tanto afán por las verduras, ya que a lo que menos sabía era a alcachofa. Hojas y corazón muy tiernos acompañados de una suave salsita brutal. ¡Estupendas!

El caldero: Un poco de historia

El Caldero halla su origen en el guiso de idéntico nombre que antaño era común entre los pescadores de Cabo de Palos. Una delicia de origen humilde, cocinada sobre un trípode en la misma playa. Sobre un fuego vivo se incorporaba el pescado recién atrapado, y se incorporaban los frutos vegetales que la huerta murciana proporciona, con el arroz como intérprete esencial y una pléyade de exquisitos productos a su alrededor: tomates, ajo, o ñoras, esos pimientos secados al sol y que concentran el sabor entero de una vida.

Y cuando creíamos que ya no podíamos probar más…

Arroz siglo XXI

Un Caldero de arroz caldoso con costillas de chato ibérico para chuparse los dedos. El arroz en su punto, el caldo delicioso. La textura de las costillas me pareció correcta ya que al comerlas podías despegar la carne del hueso sin problemas, se deshacían en la boca… Me gustó que no mezclaran junto con el chato muchos más ingredientes ya que le acabarían quitando el protagonismo al arroz. Repetiría y recomendaría, sin duda.

#nosinmipostre

Para terminar, nos sorprendieron con un postre de la tierra, Paparajotes murcianos.

Son unas hojas de limonero rebozadas en harina y huevo, las cuales se fríen y se espolvorean con azúcar en polvo y canela, flambeados en la mesa y acompañados de un helado de limón que rompe con el calor del postre.

La verdad es que quedamos muy sorprendidos con este pequeño rincón murciano, que tiene el placer de exponerte una raza de cerdo ibérica tan demandada en un montón de variedades para todos los gustos.

Destacar, que en todo momento se encontraba una chica vegana con nosotros, y el servicio del restaurante no dudó ni un segundo en acondicionar cada plato para que la misma pudiese probarlos sin desatender a sus hábitos alimenticios. Se agradece ese tipo de atención ¡¡Acho!! smile

%

COCINA

%

BODEGA

%

SERVICIO

%

LOCAL