Weizenland

Aunque La Quince destaca por sus cervezas peculiares, creativas y arriesgadas de las que soy incondicional, una buena forma de conocer la destreza de una cervecera es probando sus interpretaciones de los estilos cerveceros tradicionales. 

Esta Weizenland es una hefeweizen de corte clásico alemán, elaborada con ingredientes propios de la región de origen del estilo, como trigo alemán y lúpulo Mandarina Bavaria. De color dorado pálido con algo de velo, y menor turbidez de lo habitual en una cerveza de trigo. Abundante presencia de burbujas al servirla, que generan una corona de espuma generosa, fina, esponjosa y duradera. Aroma de intensidad media y claramente dominado por el cereal, con toques dulces frutales, herbales, cítricos de mandarina y limón, de pan, levadura, banana, cilantro y de especias como clavo.

Densidad media y cuerpo considerable pero aún así de trago fácil, con gasificación vigorosa. Entra en boca dulce y maltosa, con notas de trigo, banana, limón, hierba y especias, con un sutil punto ahumado y láctico, y rematada por una ligera acidez. 

Amargor bajísimo, regusto afrutado y sensación final muy refrescante. Una cerveza sencilla y muy fácil de beber, digna representante de un estilo más complejo de elaborar de lo que parece. No supera a las clásicas y reputadas alemanas, pero está muy bien ejecutada y destaca por su frescor, cremosidad, buen aspecto y por la facilidad con la que se bebe.