Madrid está lleno de rincones especiales. Ya porque seas un ‘gato’ de toda la vida, un madrileño de adopción o alguien que visita nuestra ciudad por unos días, Madrid y su gente te acogerá con los brazos abiertos. Y con ella toda su magia.
Y entre esos rincones en una ciudad no pueden faltar los relacionados con el buen comer y el buen beber. Porque gastronómicamente hablando, ya sabemos el auge que está viviendo la ciudad. No cesan de abrirse nuevos locales, nuevas propuestas, aunque últimamente creo que la oferta en muchos casos está encasillada en un sota, caballo y rey que hace que muchos restaurantes ofrezcan menús y cartas parecidos.
De esta premisa, reconozco que totalmente subjetiva, se aleja Tres por Cuatro, que con la idea de volver a las raíces de nuestra cocina, a esa cocina de las abuelas, de mucho cariño, de guiso y de ese chup chup tan nuestro, propone una oferta basada en el producto de mercado, en recetas tradicionales con toques modernos donde el protagonista principal es el sabor.
Detrás de este proyecto encontramos a Álex Marugán, que pese a su juventud, tiene experiencia más allá de nuestras fronteras (México y Saint Tropez) y viene de ser jefe de cocina de Barra /M, un restaurante de alma peruana e internacional del grupo de Omar Malpartida.
Con él, en cocina, Jesús y Santiago, dos amigos y profesionales incansables. Y como compañera de proyecto, camino y de vida, Clara Pérez Villalón, otro pilar fundamental. Todos forman un equipo perfecto que están consiguiendo que Tres por Cuatro crezca cada día más.
Se encuentra ubicado dentro del mercado de Torrijos, en un pequeño espacio donde los llenos suelen ser tónica habitual, especialmente en fin de semana, por lo que es muy recomendable reservar. Para mí, la mejor opción es disfrutar la experiencia en una de las 4 mesas que están dentro del puesto, con parte de la cocina vista, como si estuvieras comiendo directamente en la cocina de casa de Álex. Además te atenderá él por lo que esta sensación cobra todavía más sentido.
Por cierto, si acudes en coche el propio mercado tiene parking subterráneo de pago.
La carta es corta (unos 8 platos con algún fuera de carta muy de vez en cuando) pero siempre muy apetecible y variada. Ideal para compartir, entre 3 ó 4 personas puedes probarla entera si eres de buen comer.
Una de las muchas cosas que me gustan de Tres por Cuatro es que su carta es estacionaria y cambia casi al completo cada tres meses, de ahí el nombre, tres meses por cuatro estaciones. Con esta filosofía, verdaderamente se da protagonismo al producto de temporada. ¿La parte negativa? Que con cada cambio salen de la carta platos increíbles que comerías durante todo el año…
Si me lee Álex algún día, seguro que le gusta la idea de hacer un menú ‘remember’ en un futuro 😀
Desde que abrió sus puertas el otoño pasado, he tenido oportunidad de probar platos de todas sus cartas, en repetidas ocasiones. Todas ellas han tenido su encanto, su plato estrella, sus sorpresas positivas y su evolución.
Aunque hay tres platos en Tres por Cuatro que son prácticamente inamovibles: sus tremendos Callos con su pata y su morro, sus Tacos caseros (que van variando, los he probado de ossobuco, pintada, de chipirón…) y para mí una de las mejores tartas de queso que haya probado, sino la mejor, la Tarta de quesos de Clara, en la que los quesos que utilizan también son diferentes con cada estación.
A partir de aquí, platazos de producto de temporada, guiso, equilibrio, espectaculares fondos… sabor en mayúsculas.
Esta última propuesta de verano me ha gustado mucho. En mi última visita, además de los clásicos que comentaba antes, disfrutamos con platos como el Cuscús israelí meloso de verduras y tendones, mi favorito de esta carta sin duda.
Cogollos a la brasa, crema de cebolla caramelizada, anchoas y huevas de arenque. Una combinación increíble.
Ventresca de bonito en jugo de su marmitako, patatas y piparras. La ventresca pura mantequilla y el jugo de marmitako muy sabroso.
Pochas con tellinas y gambas. Un fuera de carta que está entre mis favoritos de siempre. Impresionante el saborazo del fondo de este plato.
Como decía anteriormente, mis múltiples visitas durante el resto del año me han permitido comerme Tres por Cuatro, casi literamente 😀
Me resulta muy difícil quedarme con uno solo así que ahí va una recopilación de mis destacables. ¿Con cuál os quedáis vosotros?
Lasaña de mejillones y bechamel de curry de algas; Suquet de rape y gamba con majado de almendras; Verdinas con Codorniz y setas de temporada y Garbanzos con pulpo y butifarra blanca.
Cardo en carbonara marina de Anguila y Calamar; Guisantes, huevo frito, crema de coliflor tostada y cecina de Astorga; Purrusalda de bacalao y Lentejas escabechadas con pechuga de pata azulona.
Rossejat de raya; Ventresca de pez espada y Paella de invierno de trigo con verduras.
En cuanto a la carta de vinos, es breve aunque con algunas referencias interesantes. Aquí, Álex me descubrió un vino mallorquín que es el que suelo tomar cada visita, un tinto Tanuki Bob de la bodega Gallinas y Focas, de 4 Kilos Vinícola. Cuidado porque está tan bueno que las copas caen sin darte cuenta :D.
Y en cuanto a los blancos, un Baumard Coteaux du Layon Carte D’Or espectacular, ligeramente dulce.
Y llegados a este punto sólo nos queda hablar del precio. En Tres por Cuatro encontrarás precios contenidos y muy razonables, con un ticket medio de unos 30 euros que puede subirse un poco más si tomáis botellas de vino o si probáis muchos platos. Sinceramente, hay pocos sitios en Madrid en los que comer tan bien y tan rico a estos precios.
“Y qué gusto da estar enamorado
Y pasear contigo del brazo.
Traigo rosas rojas para ti,
Eres mi rincón favorito de Madrid.”
Pereza – Madrid.
%
COCINA
%
BODEGA
%
SERVICIO
%