Peyote San, Where Mexico meets Japan

Peyote San está como todos los locales del Grupo Larrumba muy bien situado muy cerca de la plaza de Colón en MadriZ (detrás de Habanera) y con una decoración que no te dejará indiferente. Desde el momento que entras y esperas que te asignen la mesa comienza la GastroeXperiencia.

Su claim “MeXico meets Japan” invoca como su logo una fusión japomeX mezcla de culturas, tradiciones e ingredientes.

El Peyote, es un pequeño cactus de color verde grisáceo, azulado endémico de MeXico. Es muy conocido por sus alcaloides psicoactivos, entre ellos la mescalina, principal responsable de sus efectos psicodélicos. Posee una larga tradición de uso tanto medicinal como ritual entre los indígenas americanos. Hoy en día, su uso es principalmente terapéutico y recreativo. San en el dialecto de Kansai en el área de Kioto, es el sufijo honorífico más común, con un significado similar al señor o señora del castellano.

“Peyote San”, lo podríamos traducir como el “Señor Peyote” además de ser un juego de palabras japomeX que nos anuncian la alucinación gastronómica que vamos a disfrutar una vez de comienzo la GastroeXperiencia.

Este Gastrobar no es un local más del Grupo Larrumba, (Pipa & Co, Marieta, Perrachica, Frida, Juanita Cruz, Habanera) llenos siempre de gente guapa, este Peyote San es algo más pequeño pero destaca porque tiene una propuesta culinaria muy atrevida que se sale un poco de los estándares del grupo, por lo menos es donde mejor he comido de todos los anteriores.

Los chefs ejecutivos del Grupo Larrumba Hugo Muñoz (ex Kabuki y ex Kabutokaki) y J. Roberto Velázquez han creado una carta con una propuesta japomeX difícil de encontrar en MadriZ algo similar.

La ejecución la lleva a cabo de una manera impecable el chef César García, que podemos decir de él, vive para y por su gran pasión que es la Gastronomía, es un auténtico Gastrocolegas. Sus influencias orientales están muy presentes. Se nota sin duda su buen rollo y su toque personal en este Peyote San y posiblemente es lo que le hace diferente y tan especial.  

La carta es una locura Gastronómica. Podemos encontrar sopas, tacos, sushi, aguachiles y principales tanto de carne y pescado, platos típicos tanto de la cocina japonesa como de la mexicana pero dados un par de vueltas y con bastantes dosis de creatividad. En los postres también nos encontramos versiones de postres con su toque japomeX. Buscan el equilibrio de los ingredientes de las dos cocinas pero a mí personalmente me predomina un poco más el toque japo en la manera de rematar los platos.

Nosotros probamos de entrantes los nigiris de salmón noruego flambeado con mayonesa picante de chile habanero encurtido. El takoyaki es como si estuvieras en OSAKA, son unos buñuelos de pulpo, mayonesa japonesa y salsa takoyaki. Otro plato fusión son los temakis de pollo, pollo frito al estilo japonés con mole y almendras fritas presentado como temakis.

El plato “Te rompo los huevos” nos gustó especialmente, son unos huevos rotos con sashimi de atún totopos artesanos y guacamole.

Para terminar probamos un must de Peyote San, La costilla de Res, una costilla de vaca con una presentación espectacular, muy jugosa, guisada, a fuego lento con salsa teriyaki, yuca frita y encurtidos. Rematamos con Los tacos al pastor, cerdo, piña, cebolla y cilantro, todo para adentro en una explosión de sabor.

A los postres tomamos el Yuzu Pie que es como un lemon pie pero con la base del limón japonés, Yuzu.

En cuanto a la bodega la oferta es bastante amplia, todo tipo de cervezas, la carta de vinos contiene a los clásicos habituales, algunos vinos de importación e incluso algún sake.

Los cócteles son un fuerte de la propuesta gastronómica de este Gastrobar para antes o después de comer, una larga carta diseñada por Carlos Moreno. El servicio es muy profesional, se nota que hay muy buen ambiente.

Precio persona entre 35€ y 45€, Enjoy it!