Prácticamente cada día alguien me pide que le recomiende un restaurante, y de primeras siempre me viene a la mente el mismo: Triciclo. Es mi restaurante favorito y los números lo demuestran. En los últimos 2 años y medio, entre Triciclo y Market, mis visitas suman nada más y nada menos que 26, lo cual supone prácticamente una vez al mes de media. Y no son números al azar ¿eh? Que yo lo apunto todo!! ¿Y por qué me gusta tanto? A continuación, os voy a contar las diferentes razones por las que Triciclo se ha convertido en mi segunda casa.
Empecemos por la diversidad de su cocina. Para empezar, en Triciclo puedes encontrar el mejor producto. Recuerdo el día que probamos unos guisantes lágrima, absolutamente espectaculares, y mi amigo Agustín intento comprarle a Goya todos los que tenía en la cocina para llevárselos a casa. Otro ejemplo, es la vaca vieja y en Triciclo he comido una de las mejores chuletas que he comido nunca. Perfecta en todos los sentidos: productazo, perfectamente cocinado, con un punto y un sabor perfectos.
Otro buen ejemplo son los guisos de legumbres. Las maravillosas lentejas con pato, los garbanzos con oreja, las verdinas con calamar o ya lo último que ha sido un maravilloso cocido madrileño, a su estilo. Y a todos aquellos que pensáis que las legumbres como vuestra abuela no las hace nadie, os aconsejo que probéis las que hacen en Triciclo… cualquiera de ellas!!
Otra característica de la cocina de Triciclo es su increíble capacidad para fusionar diferentes cocinas. Y aquí no puedo empezar por otro plato que no sea el mítico besugo a la madrileña. Es probablemente mi plato preferido y sin duda el que más veces he pedido. Una auténtica genialidad de plato, que no deja a nadie indiferente. Otros ejemplos son los tacos de perdiz o el marmitako de atún.
Y además de todo esto, Triciclo tiene algunos platos míticos que no puedes perderte. Unos espectaculares canelones de rabo de toro, unos callos que probablemente estén en mi Top 3 de Madrid, unas alitas de pollo deshuesadas que te podrías comer un cubo, la ensaladilla, el steak tartar,… Lo maravillosamente bien que tratan las verduras y las setas. Lo bueno que está el pescado… y, por supuesto, unos postres buenísimos. Vamos, que en Triciclo se come de lujo. Por si no os habíais dado cuenta!!!
Triciclo tiene además un equipo humano detrás que evidentemente es la clave del éxito. Los tres chefs al frente son Javier Goya, Javier Mayor y David Alfonso. Coincidieron los 3 en la cocina de un comedor de directivos del Banco Santander (tengo fuentes fiables que me han hablado de lo bien que se comía en aquel comedor) y desde ahí decidieron montar el primer Triciclo en el barrio de Las Letras. Su conquista de la calle Santa María continuó con Tandem y de ahí saltaron a un espacio muy distinto con Market, en el Gourmet Experience de El Corte Ingés de Castellana… justo debajo de mi oficina, juro que no tuve nada que ver!! Su última apertura, para terminar de ser los reyes de la Calle Santa María, es la Taberna La Elisa, una típica taberna madrileña, pero con el toque y estilo Triciclo. Y, por supuesto, el catering.
Mi amiga Blanca, a quien tengo frita para que me consiga una mesa en condiciones casi imposibles o me ofrezca caprichos como el cocido del otro día. Luis, al frente de la bodega, que es uno de los mejores sumilleres que conozco a pesar de su juventud. Hace poco nos sirvió un champagne en una cena con un cliente francés, que posteriormente me confesó “es el mejor champagne que he probado en mi vida”. Y todo el resto del servicio que es espectacular… en resumen, una familia.
Bueno, en resumen. Triciclo es un sitio donde disfrutar. Cocinan prácticamente de todo, lo hacen todo bien y el ambiente es siempre bueno. Si quieres sorprender a alguien, no lo dudes. Triunfarás seguro. ¡¡¡10 ESTRELLAS MIGUELÍN!!!
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